lunes, 2 de noviembre de 2009

Tiempo, tiempo, tiempo, atrás


Esponjoso, así fue el último, suave al paladar y a los sentidos, termino por morir aquella tarde de octubre.

Hasta hoy, no me había permitido la excusa de las tardes tristes, las mañanas que me saludaron melancólicas desde aquel día dejaron de burlarse…

Yo que jugaba a escondidas entre sus cabellos, jamás volví a preguntarme si en su oscura memoria había algún recóndito espacio para mí.

Acostumbrada del cortejo al olvido, el silencio se hizo mi amante, pero nunca deje que lo supiera, nunca…

Tampoco supo de las muchas veces que escribí versos en su piel, o cuando le recitaba poemas al oído…

Hace mucho, mucho tiempo atrás…

Jugué a escondidas entre sus cabellos, nunca lo supo, nunca lo sabrá…

Tiempo, tiempo, adelante…